Editorial
“Día
del Médico”
Por:
Ana Lilia Hernández Hernández
En el ejercicio de la profesión médica se pasa por
todos los estados emocionales, se vive con la empatía como herramienta
indispensable en el día a día, y podemos caer en algunos de los extremos parecer
fríos e indiferentes o hasta llorar
junto con el paciente, todo depende de la experiencia adquirida en las
jornadas, si bien es sabido que se requiere tener una adecuada resiliencia,
para no quedarse en el camino, no siempre
es fácil.
Y aunque es irónico y siendo nuestro objetivo prevenir patologías en las familias, curación de las enfermedades o el acompañamiento
emocional cuando las 2 anteriores no fueron posibles, terminamos careciendo de eso para nosotros
mismos.
Pero también es verdad que durante el crecimiento
personal encontramos a colegas y compañeros que terminan siendo familia, en
quien nos apoyamos y encontramos consuelo para continuar con esta labor, ya que
pueden comprender las alegrías y sinsabores por los que pasamos.
No todos pueden ser médicos, pero todos conocen a uno, se quién da consuelo, y quien sigue cuidando no solo el cuerpo sino también el alma y espíritu de aquellos que lo buscan, no dejes de sorprenderte, reír y disfrutar cada momento, “Feliz día del Médico”.
¿Por qué celebramos el Día del Médico el 23 de octubre en México?
A partir de la pandemia, la profesión médica incrementó su credibilidad,
respeto y satisfacción de la población por razones obvias, el gremio médico
tuvo que redoblar esfuerzos para combatir el virus de COVID-19, habiendo muchos
decesos de nuestros compañeros médicos, de tal suerte que nosotros los que
seguimos aquí somos los sobrevivientes de esta pandemia. Esto nos hizo recordar la razón por la cual
cada uno de nosotros decidió estudiar Medicina. Y saber que somos privilegiados
por el hecho de acompañar al doliente a recuperar su salud, al que va llegando
a este mundo y al que le toca partir tratando siempre de darle una muerte
digna.
En el mundo el día 3 de diciembre se conmemora el día del médico, sin embargo,
en nuestro país se celebra el 23 de octubre, pues en 1937 se llevó a cabo en la
Ciudad de Cuernavaca, Morelos la Convención de Sindicatos Médicos Confederados
de la República, donde se decidió escoger esta fecha en homenaje al Dr.
Valentín Gómez Farías, que es el segundo médico, después del Dr. Anastasio Bustamante que ha llegado a la
presidencia de la República, quien en 1833 inauguró el Establecimiento de Ciencias
Médicas en la Ciudad de México.
El Dr. Valentín Gómez Farías se formó en la Universidad de Guadalajara, graduándose
en 1807, después se desempeñó como profesor antes de dedicarse a la política,
relevante fue el hecho de que llegó a ser mandatario del país en cinco periodos
distintos.
Así que la próxima vez que te digan que el médico pueda tener limitaciones
para desarrollarse en cualquier ámbito, tomemos este ejemplo para empoderarnos
y nos decidamos a dar ese paso.
Que pasen todos un feliz Día del Médico.
CUENTO DEL MEDICO DE CABECERA.
Tomado
con autorización de Twitter: Catéter Doble Jota @cateterdoblej.
Un hombre que tenía doce hijos trabajaba muchas
horas al día para darles de comer a todos. Tantas que ya no podía más.
Cuando su esposa dio a luz a su decimotercer
hijo, el padre sabía que no podía alimentarlo y pensó que si le encontraba un
buen padrino le ayudaría en su manutención.
El
padre caminando por la calle se encontró con un hombre viejo de pelo largo y
barba canosas en túnica blanca y le ofreció ser el padrino de su vástago.
El
viejo, que aceptó ser padrino, se presentó y le dijo que él era Dios,
prometiendo salud y felicidad para el niño.
Rápidamente
el padre anuló su propuesta y dijo que no quería que Dios fuera el padrino
porque tolera la pobreza de los hombres y encima premia los sufrimientos en la
tierra con la eternidad en el cielo.
El
padre siguió caminando y se encontró a un hombre que vestía en tonos rojos y
negros y del que destacaban unos cuernos por arriba y un largo rabo por abajo.
Tras
ofrecerle ser padrino, el individuo se presentó como el Diablo diciendo que
aceptaba y llenaría al pequeño de oro y riquezas.
El
padre dijo que no lo quería de padrino porque siempre engañaba a los hombres
para obtener su alma.
En su
deambular, el padre se encontró con una mujer de tez pálida y con capucha negra
que se apoyaba al caminar con una guadaña.
Ella
se presentó como la Muerte y aceptó ser la madrina del pequeño tras la petición
de su progenitor.
El
padre estaba encantado porque ella era justa, llegaba igual a ricos que a
pobres, a reyes que a plebeyos, a jóvenes que a viejos,… nunca discriminaba a
nadie.
El
niño creció fuerte y feliz y no tuvo penurias gracias al apoyo de su madrina.
Siendo
ya un joven, la Muerte le pidió que le acompañara y lo llevó a un bosque donde
le enseñó los secretos sobre las hierbas curativas y le dijo:
-Ahijado,
serás el mejor médico del mundo.
La
Muerte le contó que cada vez que él como médico fuese llamado a curar a alguien
muy muy grave, ella estaría allí solo visible por él…
Si
ella aparecía cerca de la cabeza del paciente, él debía administrarle hierbas
curativas; pero si estaba a los pies del paciente, no hacía falta que hiciera
nada por salvarlo porque el paciente moriría en breve.
En
poco tiempo, el ahijado de la Muerte se convirtió en un famoso galeno, tal y
como le había prometido su madrina, acumulando riquezas y alabanzas gracias a
su extraordinaria habilidad para curar, y más aún, para predecir si un enfermo
iba a vivir o a morir.
Un día
le llamaron de la corte porque el rey estaba muy enfermo y hasta allí había
llegado su fama.
Cuando
el médico llegó a examinar el monarca, vio inmediatamente que la Muerte, su
madrina, estaba a los pies de la cama…
El
médico, guiado por su afán de triunfar ante los poderosos, quiso engañar a la
Muerte.
Levantó
al rey a pulso y lo acostó al revés, dejando los pies donde estaba la cabeza, y
esta, donde estaban los pies, con lo que la Muerte quedaba junto a su testa.
Luego
dio al rey las hierbas curativas, lo que hizo que este sanara en muy poco
tiempo.
El
médico fue llenado de alabanzas y riquezas, pero su madrina al poco le visitó…
— ¡A
la Muerte no se le puede engañar! — le gritó.
Pero
después la señora de la guadaña le dijo que le perdonaba porque era su ahijado,
pero que no lo volviera a hacer o le quitaría la vida a él.
Al
tiempo enfermó la princesa heredera, hija única del rey a la que nadie lograba
curarla.
El rey
mandó llamar al médico que le salvo a él para que hiciera el “milagro” con su
hija.
Le
prometió desposarse con ella y ser el próximo rey si la curaba.
Cuando
el médico entró en los aposentos de la princesa, le impresionaron dos cosas: la
enorme belleza de la joven y que su madrina, la Muerte, estaba a los pies de la
cama para llevársela con ella.
El
médico olvidó la promesa y volvió a hacerle la “trampa” a la Muerte dando la
vuelta a la princesa y administrándole las hierbas curativas.
La
heredera sanó, pero la Muerte se llevó a su ahijado a una remota cueva
subterránea.
Allí
la Muerte le mostró a su ahijado miles de velas encendidas de diferente
longitud explicándole que representaban la vida que le quedaba a cada humano.
Después
le mostró la de él casi sin cera y cerca de apagarse.
Pese a
las súplicas del ahijado pidiendo que le encendiera una nueva vela para poder
vivir, casarse con la princesa y reinar, la Muerte no transigió y dejó
consumirse por completo el cirio.
Cuando
se apagó, el médico cayó muerto.
Este
cuento (que se ha acortado) titulado en alemán “Der Tod Gevatter” (“La Muerte
Madrina”) aparece en la 1a. ed. de “Kinder-und Hausmärchen” de los Hermanos
Grimm.
Aunque
hay versiones suavizadas y con final feliz, como pasa en muchos de sus cuentos
de hadas, este es el original.
Este
cuento tiene muchas cosas interesantes, pero quiero que se fijen en las
posiciones “habituales” del médico y de la Muerte. El médico en la cabecera de
la cama y la de la guadaña a los pies.
Lo que
describen Jacob y Wilhelm Grimm no es aleatorio.
Ya en
los siglos XVIII y XIX era habitual representar a los médicos en el cabecero de
la cama y es algo que se documenta claramente en las artes.
El
motivo es porque desde la Edad Media para la nobleza y después en la Edad
Moderna más ampliamente, eran los médicos los que normalmente visitaban a los
pacientes a domicilio y en muchas ocasiones se quedaban junto al paciente
durante la curación.
La
posición habitual del médico era junto a la cabeza del paciente para poder
comunicarse con él y controlar mejor su aspecto.
Además,
si se le “pagaba” permanecía ahí (salvo descansos o relevos) hasta el desenlace
de la enfermedad, fuera positivo o negativo.
Este
es el motivo por el que, en un momento dado, al médico que acompañaba
normalmente al paciente se le empezó a dar el apelativo de “médico de
cabecera”. No hay una fecha clara documentada, pero fue hace unos siglos.
Esto
fue en contraposición a la especialización. Con la aparición de los
barberos/cirujanos primero y de otros especialistas después, se generalizó el
término médico de cabecera para aquellos que practicaban la “medicina general”.
Con el
paso de tiempo, la iconografía ensalzó la lucha del médico en la cabecera de la
cama con la Muerte a los pies de la misma. El primero intentando retener al
paciente en este mundo y la otra intentando llevárselo al más allá.
Este médico
ha pasado a llamarse médico de familia, médico de comunidades, médico general,
médico principal, médico de atención primaria, etc., pero sigue siendo el
“mismo” al que un día se le bautizó como “médico de cabecera”.
Sirva
esta pequeña reseña histórica un homenaje a aquellos que nos ofrecen a nosotros
y nuestras familias atención sanitaria personal, continua e integral, en este día
especial en México que celebramos el Dia del Médico.
El Colegio de Médicos Familiares de Ciudad Juárez A.C. y la Federación Mexicana de Especialistas y Residentes en Medicina Familiar A.C. les recuerda que tenemos una cita en esta ciudad fronteriza para llevar a cabo el evento mas importante de nuestra especialidad; el Congreso Nacional de Medicina Familiar a llevarse a cabo del 24 al 27 de mayo de 2023. Ya se cuenta con la sede del evento, siendo el Centro de Convenciones y Eventos Cibeles. No te quedes fuera y participa.
PERSONAJES DE LA
MEDICINA MEXICANA
PRIMERA MEDICA EN MEXICO
Elaboro: Dra. Mariana Pacheco Juárez.
Fue la primera mujer que decide a la edad de 14 años presentar la
examinación exitosamente como de partera en Cuernavaca, Morelos, donde llegó a radicar después de haber cursado un año la
materia en la Nacional de Medicina, escuela que abandona tras la muerte de su padre por falta de recursos
económicos. reingresó en la Escuela Nacional de Medicina y a
los 16 años, el 12 de mayo de 1873, obtuvo el título de partera, con un “lúcido
examen que fue noticia en El Correo del Comercio”
Ejerció la obstetricia en Morelos con éxito
hasta mayo de 1872, regresó a la Ciudad de México en 1972 a la Escuela Nacional de Medicina,
realizando su práctica en la Casa de Maternidad ubicada en la calle Revillagigedo, en donde se ubicaba el
departamento de partos ocultos y daban a luz mujeres pobres y soltera en el a
época de la colonia . El 24 de agosto de
1887 en la Escuela Nacional de Medicina
presentó su examen profesional para ser reconocida como médica y obtener su
título de partera, ante la presencia de múltiples personajes de la
sociedad de la época , profesionales de la
medicina, periodistas y el mismo presidente de la República Porfirio Díaz.
En México Matilde
Montoya fue la primera mujer que se graduó como médica en la Escuela Nacional
de Medicina. Se describe que fue también pionera del feminismo en el país. Refiriéndose a la lucha por la equidad con la
frase “Hombres y mujeres deben tener los
mismos derechos intelectuales y civiles”.
El reconocimiento al mérito médico
Dr. Demetrio Salvador Vázquez Vázquez
A lo largo de la historia de la humanidad el ser humano tiende a transcender, Abraham Maslow en su teoría de la motivación humana propone el reconocimiento como necesidad básica. Etimológicamente, la palabra reconocer es definida como “darse cuenta de que algo que se percibe había sido apreciado en una experiencia previa”; proviene de la raíz latina (recognoscere) está compuesta por dos significados, “re- de nuevo” + cognoscere “conocer; examinar”; y la Real Academia de la Lengua Española lo define como: “identificar, someter a examen, admitir como legítimo” y “agradecer”.
Ahora
bien, la perspectiva del reconocimiento contempla las siguientes esferas: político,
psicológico, social y educativo. Existen una serie de atributos relacionados
con el reconocimiento entre ellos, respeto, alteridad, identidad, subjetividad,
objetividad e intersubjetividad. Todos estos elementos están inmersos en el ser
humano que es merecedor del reconocimiento.
En la historia de
la medicina han existido médicos iconos por sus aportaciones a las diversas
ramas de la de las ciencias médicas entre ellos: Hipocrates, Sir Willian Osler, Ignaz Semmelweis, Sir Joseph Lister, Sigmund
Freud, Elizabeth Blackwell, Ian McWhinney, Michael Balint, entre otros.
Efemérides En Salud
Elaboro: Dra. Mariana Pacheco Juárez
CALAVERITA
Elaboro: Dra. Pacheco Juárez Mariana
Cuando ve pasar a la junta directiva de la Federación,
Los detiene y les pregunta, ¿ jovencitos a que vienen?
Contesta el Dr. Gad sonriente a una reunión, y auditoria
pendientes,
Los felicitos doctores, dijo la muerte sonriente,
Me ahorraste el trabajo por traerme a tu equipo aquí presente,
Me los llevare al camposanto, para mi capacitación pendiente.
Ahora en el camposanto la
junta directiva se encuentra,
La flaca seria comenta, que
la capacitación y auditoria comienza,
Y si todos
reprueban a la tumba se irán
sin Festejar las fiestas,
Pide un voluntario y todos levantan la mano,
La muerte sonriente
menciona que de temas médicos no hablará,
Y la primera pregunta de temas, de gestión de calidad
será,
Y sorprendida la muerte que todos respondieron acertadamente
ya,
Enojada y molesta en libertad al equipo dejará.
La muerte inquieta de perder a tan grande y hábil
equipo,
Mas tarde se acerca a la coordinación regional
llevándoles cafecito,
Me permiten cinco minutos doctores, que tengo preguntas que realizar,
Como supieron del tema de gestión de calidad,
Los regionales se miran y sonríen más,
Los doctores:
Moni, Mariana, Ludwin, Demetrio, Marlend y Ana, Contestan:
Lo que usted
no sabe que a San Luis no venimos a
pasear,
Venimos a las capacitaciones del Ingeniero Tobías en
Gestión de calidad.
Así que la muerte sonriente, algo trama nuevamente,
Yo creo
doctores he encontrado a mi
siguiente candidato aquí presente,
Al Ingeniero Tobías contrataré para hacerles una auditoria pendiente.
Muchas gracias Coordinadores Regionales de la Federación por grato cuento, remembranza del día del médico y relevante información de nuestro próximo congreso ... !!
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